- Ignacio de los Reyes
- BBC Mundo
Si hay una Barbie doctora, una maestra o una policía… ¿Por qué no tenemos que haber una Barbie Virgen de Luján?
Así pensé en la pareja de los artistas argentinos Pool&Marianela, una duplicación de la ciudad de Rosario que decepcionó a los críticos de los más devotos con su muestra «Barbie, The Plastic Religion».
En la muestra, que se presentará en Buenos Aires a partir del 11 de octubre, se exhibirán entre otras obras 33 figuras de Barbie y Ken adaptadas como figuras católicas, budistas y del judaísmo, así como de las creencias populares argentinas:
La Virgen de Guadalupe, María Magdalena, Jesucristo, San Cayetano o el Gauchito Gil entre otros.
“Ante un mundo que nos premia por pensar, actuar y sens todos igual, Marianela y Pool se rebelan reafirmándose distinciones. alcaldes”, reza su sitio web.
Barbie Difunta Correa
Fue una de las obras, la que representa a la Difunta Correa – una figura venerada popularmente en Argentina – la que provocó la indignación de las autoridades de San Juan, la provincia donde se encuentra el santuario de la Difunta.
«Esto no corresponde. Se trata de un tema de fe que nosotros cuidamos y mucho, por eso hace unos años patentamos el número y la imagen», dijo a medios locales Daniel Rojas, el administrador del paraje de la Difunta Correa en San Juan, un lugar al que cada año acuden millas de argentinos para agradecer las promesas cumplidas.
Aseguró que si fuera por él, demandería a la pareja de artistas, que ya fueron contactados por las autoridades de San Juan, quienes administraron el paraje.
«The imagen y number están patentados, es exclusivo nuestro, iríamos por daños y perjuicios», dijo, agregando que recibieron numerosos llamados de fieles quejándose por la obra.
Controversia esperada
Los autores reconocieron que esperaban que su pudiera mostrar despertar críticas, aunque no esperaban que fuera a llegar desde las autoridades o desde los propios fieles.
«Sabíamos que podría haber alguna polémica con Mattel (la firma juguetera que crea las muñecas), que les molestaría el uso de la Barbie», dice a BBC Mundo Marianela.
“Pero nunca nos imaginamos que tenemos que pedir permiso para usar la imagen de la Difunta Correa. .
Su pareja, Pool, explicó además que no tienen «nada en contra de las religiones» y que se cuidan mucho de respetar las creencias.
Así, por ejemplo, dicen que están trabajando en otras figuras de Barbie y Ken, pero sin incluir a Mahoma, por ejemplo, ya que el Islam consideró ofensivas las representaciones del profeta. Tampoco se incluirán otros representantes de esta religión.
«Nuestro compromiso es el de homenajear y no faltar el respeto», asegura Pool.
Los autores rosarinos, que se identifican como seguidores de la corriente artistica de poca culturaHa trabajado en la representación de personajes conocidos de la política y la cultura popular argentina, como el futbolista Diego Maradona o el exgobernante de facto Leopoldo Galtieri.
Cuentan además con muñecos de Juan Domingo Perón y Evita, de la presidenta Cristina Fernández embarazada de «la república» y de hasta el Papa Francisco; pero esta es la primera vez que dedican por completo una muestra a la religión.
Sin embargo, sostienen que ni supo intención ni supo arte tiene que ver con trabajos provocadores sobre la religión como León Ferrari, un artista argentino conocido que enfureció a los católicos del país con obras como Jesús crucificado sobre un avión bombardero estadounidense.
El entonces cardenal Jorge Bergoglio -hoy Francisco- criticó duramente una de sus muestras retrospectivas en 2004.
Aquella polémica despertó uno de los debates más intensos sobre el arte, el respeto a las creencias y la libertad de expresión presenciados hasta el momento en Argentina.
Esta vez, las criticas están dejando cosas positivas a los artistas.
Varias galerías de arte del interior del país están interesadas en exhibir la muestra después de que exhiba en Buenos Aires e incluso están llegando pedidos para vender los Barbie y Ken religiosos desde varios pays, algo que por ahora decidir no hacer.
Todo por un proyecto que comenzó «como una especie de venganza» por el papel de la muñeca en la vida de los artistas.
“Be a lover of the barbies desde pequeña, pero mi madre, que era feminista sólo compreró una -la tropical-”, dice Marianela.
«Pero yo siempre quise más».