Perú toma medidas contra inmuebles de Telefónica

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La situación económica de Telefónica del Perú ha llegado a un punto delicado, como lo demuestran las medidas recientes adoptadas por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) de Perú. Esta institución ha decidido embargar propiedades de la empresa debido a deudas fiscales vinculadas al Impuesto a la Renta correspondiente a los años 2000, 2001 y 2009. El total de estos embargos es de aproximadamente 832.7 millones de soles peruanos, lo que equivale a cerca de 226 millones de dólares. Estas acciones tienen como objetivo garantizar el pago de las deudas tributarias que la compañía aún no ha saldado.

Aunque estas acciones son graves, Telefónica del Perú ha garantizado que sus servicios de telecomunicaciones continuarán sin interrupciones. La compañía destacó que mantener sus operaciones íntegras es fundamental para satisfacer sus compromisos en el procedimiento concursal actual. Este proceso comenzó en febrero de 2025, y busca reordenar sus deudas financieras y asegurar la provisión continua de servicios a más de 13 millones de clientes en todo el país.

La situación financiera de la empresa se ha visto agravada por una sentencia de la Corte Suprema del Perú, que ordenó a Telefónica del Perú pagar 854.7 millones de dólares en impuestos correspondientes a los años 2000 y 2001. Esta decisión judicial ha tenido un impacto significativo en las finanzas de la compañía, contribuyendo a su actual estado de insolvencia.

En un intento por aliviar su carga financiera, Telefónica del Perú fue vendida el 13 de abril de 2025 a la firma argentina Integra Tec International por aproximadamente 900,000 euros. Como parte del acuerdo, Integra Tec asumió una deuda superior a los 1,200 millones de euros y se comprometió a adquirir el 99.3% de las acciones de la empresa, con la obligación de lanzar una oferta pública de adquisición por el 0.7% restante.

La venta de la filial peruana se enmarca en una estrategia más amplia de Telefónica para reducir su exposición en América Latina, tras recientes desinversiones en Argentina y Colombia. La compañía ha enfrentado desafíos financieros significativos en la región, incluyendo disputas fiscales prolongadas y decisiones administrativas que han afectado su competitividad en el mercado.

En este momento, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) dispone de un período de 90 días laborales, que finaliza el 3 de julio de 2025, para decidir sobre la solicitud de procedimiento concursal presentada por Telefónica del Perú. La autorización de este proceso es esencial para la reorganización financiera de la compañía y para que continúe con sus operaciones en el país.

La situación de Telefónica del Perú refleja los desafíos que enfrentan las empresas multinacionales en mercados con entornos regulatorios complejos y disputas fiscales prolongadas. La resolución de este caso podría tener implicaciones significativas para la inversión extranjera y la estabilidad del sector de telecomunicaciones en Perú.

By Francisco López

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