José María Timón, antiguo director de gabinete de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha afirmado este martes que no presenció en ningún momento las supuestas presiones desplegadas contra la jugadora Jennifer Hermoso y su entorno después de que el máximo responsable del organismo le diese un beso tras la final del Mundial. Timón ha declarado como testigo ante el magistrado Francisco de Jorge, instructor de la Audiencia Nacional, que investiga posibles delitos de agresión sexual y coacciones.

Fuentes del ministerio público apuntan que, en su opinión, Timón ha faltado “deliberadamente a la verdad” y contradice las versiones de otros testigos que han declarado en la causa.

Además del exjefe de gabinete, han comparecido este martes como testigos otros dos empleados de la RFEF: el responsable de compliance [buenas prácticas] de la federación, Javier Puyol; y el psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo. Según detallan fuentes jurídicas, al igual que Timón, ambos han negado saber nada de las presuntas presiones. El pasado 2 de noviembre, ya se pronunció en esa misma línea el actual entrenador de la selección española de fútbol masculina, Luis de la Fuente.

La Audiencia Nacional abrió las pesquisas sobre el caso Rubiales a principios de septiembre, después de recibir una querella de la Fiscalía. El ministerio público, tras tomar declaración a Hermoso en la sede de la Fiscalía General del Estado, puso sobre la mesa dos delitos: uno de agresión sexual, por el beso “no consentido” a la jugadora durante la celebración de la victoria en el Mundial femenino; y otro de coacciones, por las supuestas presiones desplegadas en las horas y jornadas posteriores contra la deportista y su entorno para que respaldase en público la versión del entonces presidente de la RFEF, acorralado por el escándalo.

Según afirmó la Fiscalía en su denuncia, la futbolista describió cómo padeció una “presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos”. “Hermoso sufrió una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente”, remachaba la querella. Por esas presuntas maniobras, el juez De Jorge ha imputado, además de a Rubiales, a Albert Luque, director de la selección masculina de fútbol; Jorge Vilda, exseleccionador del combinado femenino; y Rubén Rivera, responsable de marketing de la federación. Los tres han rechazado las acusaciones durante sus sucesivas declaraciones en la Audiencia Nacional.

A Albert Luque y Rubén Rivera se les sitúa en un viaje a Ibiza, donde las futbolistas celebraron el título después de ganar en Sídney, con el supuesto objetivo de presionar a la deportista. Por su parte, a Vilda se le citó para preguntarle por los contactos que mantuvo con el hermano de Hermoso durante el trayecto de vuelta en avión desde Australia, a los que la jugadora se refirió así: “Se puso a hablar con mi hermano […] A mi hermano le dejaron caer que, si yo le ayudaba, me iría bien”.

La ronda de interrogatorios a testigos seguirá el próximo jueves, cuando están previstas las declaraciones de la futbolista Laia Codina, compañera de selección de Hermoso; y del presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo.

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