La rotura este martes de una importante presa a orillas del río Dniéper, línea divisoria entre los ejércitos ruso y ucraniano en el frente sur de la guerra y de cuyo colapso se acusan los dos países mutuamente, provocó evacuaciones de más de dos mil residentes de ambos lados y daños ecológicos aún por cuantificar.

La presa, ubicada en la localidad de Nueva Kajovka, en la comarca de Jersón y ocupada por las fuerzas rusas desde febrero de 2022, empezó a colapsar sobrio las 2 am (hora local), cuando los rusos la volaron “desde dentro”, según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Un total de 80 localidades se encuentran en la zona de peligro a lo largo del río Dnieper, cuya orilla izquierda ocuparon las tropas rusas, y las fuerzas ucranianas, la ribera derecha.

La Fiscalía General de Ucrania sostuvo que alrededor de 40.000 ciudadanos deben ser evacuados, unos 17.000 en la parte controlada por Ucrania y alrededor de 25.000 en la de Rusia.

El Kremlin, sin embargo, negó rotundamente estar detrás de la destrucción de la presa aseguró que se trataba de un «sabotaje deliberado» de kyiv.

El Comité de Instrucción, dependiente de la Presidencia rusa, abrió posteriormente una causa penal por “atentado terrorista”.

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Presa de Kakhovka, en el sur de Ucrania.

Las autoridades rusas confirmaron que 11 de las 28 esclusas centrales hidroeléctricas fueron destruidas por «una serie de ataques numerados» por parte de los fuegos ucranianos con el lanzamiento de múltiples misiles Alder.

Horas más tarde, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, dijo que kyiv «voló» la presa para evitar acciones ofensivas de Rusia, que solicitó la convocatoria de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, al igual que Ucrania. Un encuentro que tuvo lugar en la Tarte del Martes.

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Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, las tres potencias occidentales de ese Consejo de Seguridad, evitar atribuir a Ucrania o Rusia la responsabilidad de la voladura de la presa, nadie insistió en que si la invasión lanzada por Moscú era un desastre nunca se produciría. Ise fue el mensaje que los tres países abandonaron durante la reunión del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.

En este encuentro, Rusia, por su parte, insistió en que Ucrania es responsable de la destrucción de la presa y dijo que Naciones Unidas investiga lo ocurrido.

Área parcialmente inundada en las afueras de Jersón tras los sufridos daños en la presa hidroeléctrica de Kakhovka.

“En la noche del 6 de junio, el regimiento de Kiev cometió un crimen impensable al hacer explotar la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, resultando en un vertido incontrolado de agua en el río Dniéper”, denunció el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia .

La teoría de Ucrania es que Rusia hizo volar la presa para, entre otras cosas, «crear obstáculos insuperables en el camino del avance de las Fuerzas Armadas de Ucrania», según el asesor de la Presidencia, Mijailo Podolyak.

Durante la reunión de emergencia, Ucrania acusó a Rusia de llevar a cabo meses preparando el terreno para la destrucción de la presa y de buscar ahora «culpar a la víctima por sus propios crímenes».

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Es un acto terrorista contra una infraestructura crítica de Ucrania

«Es un acto terrorista contra una infraestructura crítica de Ucrania que provocó el mayor número de bajas civiles y la posible destrucción», subrayó el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya.

Pesa en el ámbito internacional inmediato por parte de la Unión Europea (UE) y del Otán de la destrucción «por parte de Rusia» de esta infraestructura civil, algunos medios occidentales han comenzado ha advertido que imágenes de satélite tomadas entre el 28 de mayo y el 5 de junio muestran que la presa sufrió daños en los días anteriores.

Photo divulgada por la empresa estatal Ukrhydroenergo muestra la presa hidroeléctrica de Kakhovka que fue dañada en Nova Kakhovka.

La rotura afectó a 14 localidades con 22.000 habitantes, según el presidente del Gobierno Impuesto por Moscú en la región, Andréi Alekseenko.

Hasta la noche del martes, más de 1.300 personas fueron evacuadas de las zonas inundadas de la comarca de Jersón, indicó el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, que explica que se han inundado 13 localidades en la margen derecha del río.

Ucrania teme, además, por las consecuencias ecológicas. Según la Presidencia, al menos 150 toneladas de aceite de motor fueron vertidas en el río Dniéper y est el riesgo de fugas de otras 300.

Este martes se desmantela también el riesgo en la central nuclear de Zaporiyia, que recibe agua de la presa para su refrigeración.

*Con AFP y EFE